viernes, 1 de octubre de 2010

Al estilo de Lolly Parsons

Algunas ideas abordan nuestra cabeza sin permiso y sin gracia, y ya es tarde para olvidarlas.
El curso de alemán acababa de empezar ese martes por la mañana y aquella noche en el Galliano todos queríamos conocernos. Era un local atestado de gente con energías renovadas, deseando empezar a vivir aquello a lo que algunos llaman "el mejor año de tu vida".
Allí estábamos Juan Carlos y yo junto a Lourdes y Sara, con ganas de todo (yo unas pocas menos, ya que no podía beber esa noche) mirando de un lado a otro, buscando a quienes podríamos conocer del curso.
Y los encontramos, conocimos a Patricia, Ángel, Adrián y Borja.
Es complicado definir a las personas inmediatamente o describirlas cuando aún no se les conoce en muchos aspectos, pero sí que me atrevo a describir lo que yo siento cuando estoy con ellos.
A veces me preguntó si hemos venido juntos desde España o si ya nos hemos conocido antes. Desde esa primera noche nuestra amistad no ha crecido, creció muchísimo en el primer segundo, ya nos reíamos de todo entonces, ya conectábamos entonces. Ahora no son sólo mis colegas, ahora son mis amigos de todo esto. Hay un nexo de unión, una ciudad que compartiremos el resto de nuestra vida y al parecer esto no ha hecho más que empezar.
Por supuesto ahora nos conocemos mucho más, hay una especie de apoyo, de camaradería, un sentimiento que da una cierta seguridad para enfrentarte sólo a las cosas, porque en realidad, aquí al parecer, no harás nada sólo.

Nantes

Aún había y aún habrá, mucha gente que será especial para nosotros, escondida por alguna esquina de esta ciudad.

El resto de la semana sería como el silencio que antecede al estruendo. El viernes día 10 descenderíamos a las profundidades del infierno en forma de residencia de estudiantes y sería allí dónde empezaría a sentirme como un verdadero Erasmus.

Pero eso como siempre, lo contaré cuando tenga un poco de menos resaca.

1 comentario:

  1. Bueno, creo que ya es hora de continuar con la narración de la aventura, o no?

    ResponderEliminar